¡Descubre la magia de Marruecos!
Este país vibrante te ofrece una mezcla única de culturas, paisajes y experiencias que te dejarán con ganas de más.
Antes de comenzar tu aventura en Marruecos, asegúrate de que todos tus documentos estén en orden. Los ciudadanos de la Unión Europea, por lo general, no requieren visa para estancias turísticas de hasta 90 días en Marruecos. Si eres español, tampoco necesitas visado. Sin embargo, es indispensable presentar un pasaporte que tenga una validez mínima de 6 meses. Por otro lado, si tu pasaporte es de un país fuera de la Unión Europea, puede que necesites una visa para entrar al país.

Historia de Marruecos
Marruecos, ubicado en el noroeste de África, tiene una historia rica y diversa que abarca miles de años. Su territorio ha sido habitado desde la prehistoria y ha visto la influencia de diversas civilizaciones, desde los bereberes hasta las potencias coloniales europeas.
Antigüedad y Civilizaciones Antiguas
Los primeros habitantes de Marruecos fueron los bereberes, un pueblo autóctono con una cultura y lengua propias. Durante la antigüedad, la región formó parte de los imperios fenicio y cartaginés, convirtiéndose en un importante centro comercial. Posteriormente, el Imperio Romano anexó la zona en el siglo I a.C., estableciendo la provincia de Mauritania Tingitana.
Llegada del Islam y Dinastías Musulmanas
En el siglo VII, los árabes introdujeron el islam en Marruecos, transformando profundamente su cultura y sociedad. En el siglo VIII, la dinastía Idrisí estableció el primer reino islámico independiente en la región. Posteriormente, dinastías como los almorávides y almohades expandieron su control hasta España y el norte de África.
Época Moderna y Colonización
A partir del siglo XV, Marruecos enfrentó incursiones de potencias europeas como Portugal y España. En el siglo XIX y principios del XX, Francia y España establecieron un régimen de protectorado sobre este país en 1912, dividiendo el territorio en dos zonas de control.

Independencia y Marruecos Contemporáneo
En 1956, Marruecos logró su independencia de Francia y España bajo el liderazgo del rey Mohammed V. Desde entonces, el país ha experimentado modernización y desarrollo bajo la monarquía, con reyes como Hassan II y el actual monarca, Mohammed VI, promoviendo reformas económicas y sociales.
Hoy en día es una nación con una identidad única, fusionando influencias árabes, bereberes y europeas, y desempeña un papel clave en la política y economía del norte de África.
¿Sueñas con perderte en laberintos de zocos, saborear tagines bajo el sol y dormir en tiendas bereberes bajo un cielo estrellado? Marruecos te espera con los brazos abiertos. Este país del norte de África es una mezcla fascinante de culturas, tradiciones y paisajes que te dejarán sin aliento.
Marrakech: La puerta de entrada a un mundo mágico y único.
Comienza tu aventura en Marrakech, la “Perla del Sur”. Déjate seducir por la vibrante plaza Jemaa el-Fna, un hervidero de actividad donde podrás degustar la deliciosa gastronomía local, presenciar espectáculos callejeros y sumergirte en la vida marroquí.

Que ver en Marrakech
Lo mejor de Marrakech: La Ciudad Roja en un vistazo
- Casablanca: La ciudad más grande de Marruecos, con una mezcla de modernidad y tradición.
- Plaza Jemaa el-Fnaa: El alma de Marrakech, Patrimonio de la UNESCO. De día, encantadores de serpientes y zumos frescos; de noche, puestos de comida y música. Disfruta desde una terraza al atardecer.
- Zocos de la Medina: Laberinto de callejuelas con especias, lámparas y textiles. Regatea en el Zoco Semmarine o Rahba Kedima. Pura esencia catalana.
- Jardín Majorelle: Oasis de plantas exóticas y la icónica villa azul. Visita el Museo Yves Saint Laurent. Reserva entradas antes.
- Palacio de la Bahía: Joya del siglo XIX con patios y mosaicos que reflejan el arte marroquí.
- Mezquita Koutoubia: Minarete almohade de 77 metros. Pasea por sus jardines para admirar su arquitectura.
- Fes: La antigua capital imperial, famosa por sus curtidurías y su medina medieval.
- Chefchaouen: La “ciudad azul”, un lugar mágico con casas pintadas de azul y un ambiente relajado.
- Desierto del Sahara: Vive una aventura única en el desierto, durmiendo en un campamento bereber y disfrutando de las estrellas.
Consejos rápidos:
- Tiempo: 3-4 días para lo esencial.
- Vestimenta: Cubre hombros y piernas por respeto.
- Extra: Prueba un tagine en el Bar Pinotxo de La Boqueria o un hammam tradicional.
Marrakech es un torbellino de sabores, colores y tradiciones. ¡Déjate llevar por su magia!
Cómo tener internet en Marruecos
Para disfrutar al máximo de tu viaje a Marruecos, estar conectado es clave para usar mapas, comunicarte con locales o compartir tus aventuras en redes sociales. Aquí tienes una guía breve sobre cómo gestionar tu conexión móvil:
- Revisa el roaming: Antes de viajar, consulta con tu operador las tarifas de roaming en Marruecos. Los costes pueden ser altos, así que verifica los detalles para evitar sorpresas en la factura. Si no planeas usarlo, desactiva el roaming en tu móvil, ya que suele activarse automáticamente al llegar.
- Opción eSIM: Una alternativa práctica son las tarjetas eSIM, SIMs virtuales que compras online y configuras fácilmente en tu teléfono. Proveedores como Airalo o Holafly ofrecen planes asequibles para Marruecos. Solo asegúrate de que tu dispositivo sea compatible con eSIM.
Consejo: Compra tu eSIM antes de viajar o en el aeropuerto para estar conectado desde el primer momento. ¡Así podrás navegar por los zocos de Marrakech o encontrar ese tagine perfecto sin preocupaciones!
Qué comer en Marruecos
La gastronomía marroquí, considerada una de las mejores del mundo, es un festín para los sentidos y un sueño para los foodies. Con influencias bereberes, árabes y mediterráneas, sus platos combinan especias, texturas y aromas únicos. Para que tu viaje a Marruecos sea una experiencia culinaria inolvidable, aquí tienes una guía breve de qué probar en cada comida del día:
Desayuno: Un comienzo lleno de sabor
Msemen o Rghaif: Tortitas cuadradas de masa hojaldrada, perfectas con miel o queso fresco. Pídelas en un café local o en los puestos de la medina.
Baghrir: Panqueques esponjosos con agujeros, servidos con mantequilla y miel. Acompáñalos con un té de menta bien dulce.
Harcha: Pan de sémola con textura crujiente, ideal con mermelada o aceite de oliva.
Almuerzo: Platos principales que enamoran
Tagine: El clásico guiso marroquí, cocinado a fuego lento en una olla de barro. Prueba el tagine de cordero con ciruelas o el de pollo con limón y aceitunas.
Cuscús: Servido tradicionalmente los viernes, este plato de sémola con verduras y carne (o en versión vegetariana) es un imprescindible.
Pastilla: Una delicada mezcla de hojaldre, pollo o paloma, almendras y especias, espolvoreada con azúcar glas. Perfecta para sorprender tu paladar.
Cena: Sabores para cerrar el día
Harira: Sopa tradicional de lentejas, garbanzos, tomate y especias, ideal para noches frescas, especialmente durante el Ramadán.
Kefta: Albóndigas de carne especiada, a menudo servidas con salsa de tomate o en brochetas a la parrilla.
Zaalouk: Ensalada tibia de berenjenas asadas con tomate, ajo y especias, perfecta con pan marroquí.
Merienda o antojo
Chebakia: Dulce frito con forma de flor, cubierto de miel y sésamo. Ideal con té de menta.
Kaab el Ghazal: Pastelitos de almendra con forma de cuerno, conocidos como “cuernos de gacela”.
Zumos frescos: En plazas como Jemaa el-Fnaa, prueba zumos de naranja o granada recién exprimidos.
Consejos para foodies
Dónde comer: Busca pequeños restaurantes en la medina, como Le Tobsil en Marrakech o Dar Roumana en Fez, para una experiencia auténtica. Los puestos callejeros en Jemaa el-Fnaa son perfectos para probar sabores locales.
Clases de cocina: Apúntate a un taller en Marrakech (como Souk Cuisine) para aprender a preparar un tagine o cuscús.
Especias: Lleva a casa mezclas como ras el hanout o comino de los zocos para recrear los sabores marroquíes.
Dónde es mejor cambiar dinero en Marruecos’?
Uno de los aspectos más relevantes en esta guía para viajar a Marruecos es la forma de manejar nuestro dinero. En lo que respecta al cambio de moneda, se aconseja llevar euros y cambiarlos por dirhams, que es la moneda marroquí, al aterrizar en el aeropuerto. Es recomendable cambiar una pequeña cantidad (entre 30 y 50 euros) en el aeropuerto, lo cual será suficiente para llegar al hotel y cubrir cualquier imprevisto durante tu primer día. Al llegar a tu alojamiento, puedes preguntar al personal sobre lugares seguros donde cambiar dinero y obtener un mejor tipo de cambio que el disponible en el aeropuerto.
No olvides que contar con efectivo facilitará tus transacciones en mercados locales y lugares menos turísticos.
Experiencias inolvidables en Marruecos:
- Recorridos por los zocos: Sumérgete en el bullicio de los mercados y negocia con los vendedores locales.
- Hammams relajantes: Disfruta de un baño tradicional marroquí y déjate mimar.
- Gastronomía exquisita: Prueba el cuscús, los tajines, el té de menta y otros platos deliciosos.
- Aventuras en el desierto: Realiza un safari en camello o explora las dunas en quad.
- Descanso en las playas: Relájate en las playas del Atlántico o del Mediterráneo.
¡Reserva ahora tu viaje a Marruecos y prepárate para vivir una experiencia inolvidable!
¿Qué estás esperando? Contáctanos y te ayudaremos a organizar tus vacaciones soñadas.
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